Article from El Espectador in Colombia

Coraje: el periodismo no es un crimen, en inglés Courage: Journalism Is Not a Crime, narra la historia de tres periodistas alrededor del mundo que, pese a las amenazas, privaciones de la libertad y exilios a los que se han enfrentado por sus trabajos periodísticos y gracias a sus voluntades férreas de contar la verdad, no han abandonado su labor de reportear, documentar y publicar algunas de las historias más sórdidas de sus gobernantes. Los países que se abordan en el documental son Birmania, Turquía y Azerbaiyán, territorios que tienen en común grupos étnicos que viven éxodos escabrosos, como es el caso de los rohinyás en Birmania; a presidentes represivos, como lo es Erdogan en Turquía, y a élites políticas y económicas que pagan sobornos transnacionales para lavar dinero en Europa, como ocurre con Azerbaiyán. La pieza audiovisual es una radiografía de la amenaza que el periodismo de investigación sufre en el mundo.
El documental se ha traducido a 13 idiomas, incluido el español. Su director, Tom Heinemann, un exalbañil danés que después de fracturarse la espalda decidió aventurarse por el periodismo crítico, se enfoca en investigaciones a largo plazo en territorios marginados que terminan por impactar a la comunidad internacional. “Soy un lobo solitario, hace muchos años lo sé, y tal vez este trabajo esté muriendo. Ahora podemos ver colaboraciones entre organizaciones transnacionales, como los Papeles de Panamá o los Papeles del Paraíso”, asegura. Pese a las tremendas dificultades a las que él mismo comenta que se ha enfrentado, Heinemann ha publicado más de 20 documentales radiales, ocho audiovisuales y varios libros periodísticos. Además ha sido galardonado dos veces con el premio al periodista de investigación sobresaliente otorgado por la Asociación de Periodismo de Investigación de Dinamarca, y ha sido tres veces finalista del premio al periodista del año en su país.
Sus historias, que han tenido eco internacional, van desde desenmascarar la explotación que sufren los recolectores de té que hacen parte de la cadena de producción del refrescante Lipton Ice Tea, marca de la multinacional Unilever/PepsiCo, hasta señalar a bancos y ONG de utilizar los microcréditos para empobrecer y presionar a sus usuarios con tasas de hasta el 200 % de interés. Heinemann también es conocido por la forma como realiza sus investigaciones: de la mano de su esposa y camarógrafa, Lotte la Cour, hace uso de cámaras escondidas y cambios de identidad para documentar sus investigaciones con imágenes reveladoras.